Redacción GOLAZO / Tegucigalpa, Honduras
Por: Kenet Orellana @KenetOrellanaHN
@DiarioGolazo
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Este fue el artículo que publicó el medio español / FOTO: Cortesía |
El reconocido diario de Barcelona, España, Diario Sport, realizó un artículo en el que criticó el comportamiento de la selección española y alabó el de Honduras, a la que calificó de "educada, sociable y amable" con los ciudadanos de Curitiba, Brasil.
Aquí la nota: Curitiba ha albergado a la selección campeona del mundo, pero tampoco guardará muy buen recuerdo de su estancia porque los aficionados únicamente han podido ver un solo entrenamiento a puerta abierta y la Federación no ha propiciado ningún acto que involucrara al equipo con la ciudad.
Mientras los holandeses entrenaban en las playas de Rio, los españoles se encerraban a cal y canto en el centro de entrenamiento de Cajú y marcaban un distanciamiento de tal manera que ningún ciudadano curitibano está llorando por las esquinas tras la eliminación del equipo.
España decidió montar un búnker y no ha disfrutado de todo un Mundial en Brasil. La consecuencia es que no se han ganado el calor del público. Los abucheos en la Copa Confederaciones no hicieron reflexionar a nadie y no ha habido ningún tipo de acercamiento con la "torcida".
El lunes ya no se juegan nada, pero el Arena da Baixada tendrá un color amarillo mayoritario, el de Australia y Brasil. El público local no animará a la Roja. ¿Y qué motivos tendría para hacerlo?
Mientras, otras selecciones disfrutan del momento. Honduras, por ejemplo. El equipo había perdido ante Ecuador y seguía sin puntuar, pero sus jugadores se detuvieron en la zona mixta del estadio para hablar con los periodistas que lo requerían y durante su estancia en Curitiba mostraron un talante afable.
Todos con gran educación y sin gestos de desprecio hacia nadie. Sin duda, es mucho más fácil ganarse la simpatía local con una sonrisa en los labios que con una estrella en el pecho.
Aquí la nota: Curitiba ha albergado a la selección campeona del mundo, pero tampoco guardará muy buen recuerdo de su estancia porque los aficionados únicamente han podido ver un solo entrenamiento a puerta abierta y la Federación no ha propiciado ningún acto que involucrara al equipo con la ciudad.
Mientras los holandeses entrenaban en las playas de Rio, los españoles se encerraban a cal y canto en el centro de entrenamiento de Cajú y marcaban un distanciamiento de tal manera que ningún ciudadano curitibano está llorando por las esquinas tras la eliminación del equipo.
España decidió montar un búnker y no ha disfrutado de todo un Mundial en Brasil. La consecuencia es que no se han ganado el calor del público. Los abucheos en la Copa Confederaciones no hicieron reflexionar a nadie y no ha habido ningún tipo de acercamiento con la "torcida".
El lunes ya no se juegan nada, pero el Arena da Baixada tendrá un color amarillo mayoritario, el de Australia y Brasil. El público local no animará a la Roja. ¿Y qué motivos tendría para hacerlo?
Mientras, otras selecciones disfrutan del momento. Honduras, por ejemplo. El equipo había perdido ante Ecuador y seguía sin puntuar, pero sus jugadores se detuvieron en la zona mixta del estadio para hablar con los periodistas que lo requerían y durante su estancia en Curitiba mostraron un talante afable.
Todos con gran educación y sin gestos de desprecio hacia nadie. Sin duda, es mucho más fácil ganarse la simpatía local con una sonrisa en los labios que con una estrella en el pecho.